La dirigente Élida Mambrín recibió la pena de 15 años de prisión en la causa que la investigó por la trata de personas con fines de explotación sexual en la provincia de Chaco.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó el planteo de la defensa de Élida Mambrín y ratificó la condena, en 2021, por el Tribunal Oral Federal de Resistencia a 15 años de prisión por trata de personas con fines de explotación sexual en la provincia de Chaco.

A través de la asociación civil “No Me Olvides”, Mambrín reclutó a unas 70 mujeres entre marzo de 2018 y marzo de 2020, y las obligó a tener relaciones sexuales con funcionarios, a cambio de planes sociales.

Su esposo, Rolando “Kilo” Vallejo, presidente de esa entidad, había sido el principal imputado de la causa, pero con el pedido de captura se suicidó en mayo de 2020.

La secretaria de la organización, Lorena Quintana, por su parte, recibió una pena de tres años en suspenso, como partícipe secundaria del delito de trata de personas agravado: las víctimas que declararon la ubicaban en varios hechos y situaciones denigrantes.

Las dos mujeres captaban a las víctimas a través de la asociación civil y le exigían que estuviesen con hombres vinculados al poder de Chaco, a cambio del acceso a “becas” o planes pagos con dinero público de los que también se beneficiaban ellos.

La investigación se inició en marzo de 2020 a raíz de la declaración de cuatro mujeres ante la Secretaría de Derechos Humanos y Género de Chaco.

En esa oportunidad, denunciaron que un grupo de 70 mujeres habrían sido víctimas de los responsables de la asociación civil No Me Olvides. Según la investigación, las víctimas tomaban conocimiento de la existencia de la asociación a través de otras mujeres ya becadas y de publicidad y avisos radiales que detallaban la dirección del lugar. Una vez que enviaban sus currículums, eran entrevistadas por Vallejos y Mambrín. En la selección tomaban en cuenta su apariencia física, situación sentimental y familiar. Se les indicaba que debían cuidar su imagen y estar siempre arregladas porque trabajarían para políticos.

Las chicas con estas características pasaban a formar parte de la asociación como socias activas, tenían que realizar un aporte de una cuota mensual de 300 pesos, que era para el pago del alquiler del local.

Varias de las víctimas señalaron que tanto Vallejo como Mambrín les hacían chistes con contenido sexual, tratándolas como sus amantes y les hacían preguntas específicas sobre la situación sentimental en la que se encontraban. Además señalaron que les hacían exigencias sobre su vestimenta y apariencia, que les pedían que usen ropas “seductoras y llamativas”, que fueran maquilladas y que les exigían que no aumentaran de peso. También aseguraron que Vallejo y Mambrín las tocaban, por ejemplo, cuando pasaban a su lado.

Agregaron que eran “exhibidas” a distintos hombres, a quienes eran ofrecidas como secretarias. Para ello, las hacían “pasear” en la camioneta de la asociación y las trasladaban a las oficinas del Correo Argentino, de Vialidad y distintas áreas del gobierno, para mostrarse ante funcionarios públicos. En esas circunstancias debían mostrarse “dando la vuelta”. Asimismo, y particularmente con el ex subsecretario de Transporte, señalaron que el ofrecimiento de chicas era a cambio de dinero, vales de nafta y vehículos para la asociación.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ 9 = 15