Cuándo es normal y cuándo conviene consultar con un especialista

Babear al dormir puede ser normal, ya que el ser humano produce un litro de saliva al día, aproximadamente. Esto no sale de la boca debido al funcionamiento correcto de los músculos que mantienen los labios tensos. Sin embargo, en algunos casos, es necesario acudir con un especialista según sea el origen de esta situación.

Estas son las posibles causas y cómo solucionarlo:

Posición incorrecta

El dormir de lado o boca abajo puede hacer que la saliva se salga de la boca, pues, cuando se duerme boca arriba esta se traga y no nos damos cuenta. Si la causa se debe a una mala posición, respecto a este tema, con solo mejorar la postura, el problema se puede prevenir.

Dormir profundo

Cuando esto ocurre, los músculos del rostro se relajan, la boca se abre y puede caer saliva. No obstante, como no suele ser un problema, podés colocar una toalla por si cae saliva.

Alta producción de saliva

En la noche puede ocurrir una alta producción que, a su vez, es provocada por otros motivos, tales como acidez estomacal, amigdalitis, alergia o la ingesta de algunos fármacos. Si se vuelve muy recurrente y molestoso, se puede consultar con el médico para que descarte otros posibles desencadenantes.

Congestión nasal

Ocurre debido a problemas con la dentadura o por rinitis, lo cual hace más difícil incluso el proceso normal de respirar. Si es recurrente, conviene consultar con un médico para conocer bien la causa y el mejor tratamiento.

Hidratación deficiente

Cuando se está deshidratado, la boca se suele resecar, así que, para lubricarla, las glándulas salivales comienzan a trabajar más. Lo recomendable es tener una hidratación correcta en el día y tener al lado de la cama un vaso de agua o una botella para tomar un poco en caso de despertarse en la noche.

Apnea del sueño

Es una condición que no permite respirar bien al dormir. Al hacerlo de forma inadecuada, solo por la boca, es posible que se produzca el babeo. Quienes la sufren también suelen presentar bruxismo o rechinar los dientes, lo cual provoca la estimulación de las glándulas salivales. Con esta afección es posible presentar otros síntomas como fatiga o sensación de no descansar bien, así como ronquidos. El médico podría hacer un abordaje que incluya modificar hábitos en el estilo de vida o indicar el uso de algunos dispositivos que ayuden a respirar mejor.

Enfermedades neurológicas

Algunas condiciones pueden elevar la producción de saliva, tales como la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares o la parálisis cerebral.

Otras posibles razones incluyen las lesiones en la parte interna de la boca, uso de dentaduras postizas, infecciones en la boca o en las glándulas salivales, entre otras. Comunicar al médico si se observan otros síntomas, como mal aliento, dolor de cabeza, grietas en la piel alrededor de la boca o malestar en la cavidad bucal.

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