La imagen que dejó el Millonario en el Superclásico fue pobre. Boca lo superó fubolísticamente de principio a fin, pese al gol tempranero de Miguel Borja.

Las derrotas en los superclásicos dejan huellas, especialmente si son partidos definitorios y eliminatorios.

Y la marca que dejó en River fue que, pese a ponerse en ventaja de manera temprana, nunca pudo llevar el partido a un terreno propicio, aún con el flojo retroceso defensivo que tuvo Boca en el primer tiempo.

River cambio su estilo ayer. Esperó al Xeneize, le cedió la pelota y metros en la cancha. Y otra vez lo dejó con vida a su rival, que lo volvió a lastimar con la misma fórmula que en el último partido entre ambos: con el ataque de sus laterales.

Tal vez la mayor debilidad del ténico fue no haber tomado recaudos en los puntos flojos del anterior enfrentamiento. En aquella vez River ganaba 1 a 0, cedió la posesión y Lautaro Blanco terminó desbordando y tirando el centro para el gol de Cristian Medina.

La jugada del 1 a 1 ayer en el Kempes fue la misma con Luis Advíncula como protagonista del desborde y el centro atrás.

Que se viene para River

Con la eliminación de la Copa de la Liga, Martín Demichelis y compañía tendrán que dar vuelta la página rápidamente ya que este miércoles desde las 21:30 horas tienen una cita de Copa Libertadores.

Enfrentará a Libertad en Paraguay por la tercera fecha y de ganar casi que abrocharía la clasificación, luego sumar dos victorias consecutivas en el Grupo H (2 a 0 frente a Deportivo Táchira y 2 a 0 frente a Nacional).

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