Cómo identificar estos problemas y tratarlos
Si no conseguís librarte de un estado de cansancio permanente, incluso después de cambiar tu estilo de vida, es recomendable acudir al médico para descartar algún problema de salud, como pueden ser los siguientes.
1- Anemia
Es posible que te sientas débil y falto de aliento. Puede tener diferentes orígenes: debido a una deficiencia de hierro o de vitaminas, a una pérdida de sangre, una hemorragia interna o una enfermedad crónica como la artritis reumatoide, el cáncer o una insuficiencia renal. Las mujeres en edad fértil son especialmente susceptibles de sufrir anemia causada por deficiencia de hierro, debido a la pérdida de sangre durante la menstruación y a la necesidad del cuerpo de hierro adicional durante el embarazo y la lactancia.
Síntomas:
– Sentirse siempre cansado
– Debilidad
– Dificultad para dormir
– Pérdida de concentración
– Ritmo cardíaco rápido
– Dolor de pecho
– Dolor de cabeza
– Al hacer algún ejercicio sencillo, como subir las escaleras o caminar distancias cortas, hay una sensación de falta de aliento
La anemia no es una enfermedad, sino un síntoma de que hay otros problemas a los que debemos prestar atención. Así que el tratamiento puede variar según la causa de fondo.
2- Enfermedad de tiroides
Si las hormonas tiroideas están fuera de control, podés sentirte muy cansado con tan solo hacer las actividades diarias. Una producción excesiva de la hormona tiroidea (hipertiroidismo) hace que el metabolismo se acelere, y una baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo) hace que se ralentice.
Síntomas:
Hipertiroidismo:
– Debilidad muscular y fatiga
– Pérdida de peso inexplicables
– Sensación continua de calor
– Aumento del ritmo cardiaco
– Menstruaciones más cortas y menos frecuentes
Mayor sensación de sed
Se diagnostica especialmente a mujeres de 20 o 30 años, aunque puede darse en mujeres más mayores y también en hombres.
Hipotiroidismo:
– Genera fatiga
– Incapacidad para concentrarse
– Dolor muscular, incluso haciendo poco ejercicio
– Aumento del peso debido a la retención de líquidos
– Sentir frío constantemente (incluso cuando hace calor)
– Flujos menstruales más abundantes y frecuentes
– Estreñimiento.
Es más común en mujeres mayores de 50 años.
3- Diabetes tipo 2
El azúcar, también conocido como glucosa, es el combustible que mantiene tu cuerpo en funcionamiento. Y eso es un sinónimo de problemas para las personas con esta enfermedad, ya que no pueden usar la glucosa apropiadamente, lo que provoca que se acumule en la sangre. Al no tener suficiente energía, suelen sentir fatiga, uno de los primeros signos de alerta.
Síntomas:
– Cansancio continuo
– Mucha sed todo el rato
– Evacuaciones urinarias frecuentes
– Hambre
– Pérdida de peso
– Irritabilidad
– Infecciones por cándida
– Visión borrosa
Los tratamientos pueden incluir cambios en la dieta, la ingesta de medicamentos por vía oral y/o la insulina.
4- Depresión
Afecta a la hora de dormir, comer y en los sentimientos hacia uno mismo y hacia los demás. Si no se trata, los síntomas pueden alargarse durante semanas, meses o años.
Los síntomas pueden variar, aunque estos son algunos de los identificables:
– Reducción de energía
– Cambios en los patrones del sueño y la alimentación
– Problemas de memoria y concentración
– Sentimientos de desesperanza, futilidad y negatividad
– Dormir muy poco o mucho
– Estado de ánimo constante de tristeza, ansiedad y “vacío”
– Poco apetito o pérdida de peso o mucho apetito y subida de peso
– Pérdida de interés o gusto en actividades que antes gustaban
– Agitación e irritabilidad
– Síntomas físicos persistentes que no se curan con ningún tratamiento como dolores de cabeza, dolores crónicos, estreñimiento y otros trastornos digestivos
– Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
– Pensamientos sobre la muerte o el suicidio
La mayoría de quienes luchan contra la depresión consiguen vencerla gracias a una combinación de terapia conversacional y medicación, incluso los psicólogos recomiendan hacer ejercicio físico para combatir esta enfermedad mental.
5- Apnea del sueño
Como interrumpe el sueño, podés despertarte con cansancio, sin importar el tiempo que hayas estado acostado. Entre los signos están las breves interrupciones de la respiración durante el sueño. En el tipo más común, la apnea obstructiva, las vías respiratorias altas se cierran o colapsan durante unos segundos, algo que, a su vez, alerta a tu cerebro para que te despierte y así puedas volver a respirar.
Síntomas:
– Ronquidos
– Puede conducir a una enfermedad cardiaca, hipertensión y embolia.
Un tratamiento es el dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias, una máscara que se coloca sobre la nariz y la boca e introduce aire en las vías respiratorias mientras dormís. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el médico podrá recomendar intervención quirúrgica.
6- Deficiencia o insuficiencia de vitamina B12
Es crucial para mantener un cerebro sano, para el sistema inmunitario y para el metabolismo. Cuando nos hacemos mayores, la capacidad para absorber la B12 se reduce drásticamente.
Algunos tipos de diabetes y los medicamentos contra el ardor de estómago, ciertos trastornos digestivos como la enfermedad intestinal inflamatoria y la enfermedad de Crohn afectan a la capacidad del cuerpo para absorberla. Y, si se sigue una dieta vegetariana hay más probabilidades de tener este problema porque se encuentra de forma natural solo en la carne, huevos, marisco y productos lácteos.
Síntomas:
– Sensación de hormigueo en las manos y los pies
– Fallos de memoria
– Mareos
– Ansiedad
Problemas de visión
Según los resultados del análisis de sangre, es posible que el doctor aconseje incluir en la dieta más fuentes de vitamina B12 o tomar un suplemento.