Dentro de las más perjudicas por el desfinanciamiento del Estado nacional se encuentran AySA, Télam y Corredores Viales.El Gobierno viene realizando un significativo ajuste en las transferencias de fondos a empresas públicas, recortando más de la mitad del gasto en el primer bimestre del año en términos reales. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), estas reducciones han afectado a diversas compañías estatales, incluyendo a Aerolíneas Argentinas, AySA, Arsat y Administración General de Puertos, que no recibieron fondos en ese período.
Los recortes en las transferencias representan una disminución del 53% en términos reales comparado con el mismo período del año anterior, alcanzando tan solo el 3,1% del crédito vigente para este tipo de transferencias en 2024. Este ajuste ha generado preocupación sobre la posible descapitalización de las empresas estatales, especialmente en un contexto previo al proceso de privatización.
El análisis de la OPC revela que 10 empresas no recibieron ningún financiamiento del Tesoro en los primeros dos meses del año, incluyendo a Aerolíneas Argentinas, Arsat y Correo Argentino. Por otro lado, Enarsa lidera el ranking de transferencias recibidas, concentrando casi el 60% del total, a pesar de experimentar una disminución del 45,3% en términos reales respecto al año anterior.
La oposición, si bien está de acuerdo en la necesidad de recortar gastos y privatizar algunas empresas estatales, advierte que la abrupta reducción en las transferencias podría afectar negativamente la viabilidad de estas empresas. A pesar de la presión del bloque opositor, el Gobierno planea avanzar con la privatización de varias compañías estatales, aunque ha excluido algunas del listado inicial. Mientras tanto, las empresas estatales seguirán bajo la supervisión del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien ha recibido amplias facultades del presidente Javier Milei para gestionar estas compañías con el objetivo de reducir el déficit y avanzar en el proceso de privatización.