Frente a un número histórico de casos, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires advirtió sobre una serie de tips que pueden ayudar a evitar el contagio.

Argentina se enfrenta a la peor epidemia de dengue de su historia, con un saldo de 106 fallecidos y más de 151.000 personas infectadas durante la temporada actual. Este alarmante récord de infecciones llega en un momento en que, por primera vez, se observa que el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad, propaga el virus durante todos los meses del año, sin respetar la habitual pausa invernal.

Primero, el Gobierno defendió la postura del ministro de Salud de la Nación Mario Russo, quien no sólo no estableció campañas preventivas, sino que desaconsejó la aplicación de la vacuna para revenir la infección transmitida por el mosquito.

Al ser muy cuestionado por su falta de aparición pública para dar las explicaciones del caso en un intenso rebrote del contagio, el vocero presidencial Manuel Adorni, sostuvo: “Se ha expresado no solo en los medios sino a través de comunicados”, en defensa del funcionario.

“La clave con el dengue está en la prevención y la vacuna no ha mostrado la efectividad para combatir un brote”, destacó el portavoz de Javier Milei en su habitual conferencia de prensa. Según los últimos datos oficiales, se registraron 151.310 casos, de los cuales 134.202 fueron en 2024. De ese total de casos 106 personas murieron a causa del dengue, que tiene una tasa de letalidad del 0.07%.

La continuidad del dengue a lo largo del año representa un desafío sin precedentes para el sistema de salud y llama la atención sobre la urgente necesidad de abordar los problemas medioambientales subyacentes.

Al tema se refirió nuevamente esta mañana el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, al comentar una serie de recomendaciones para aplicarse de forma eficaz el repelente, que es una de las maneras de protegerse de la picadura del mosquito vector, al que, por otra parte, se debe combatir evitando los reservorios de agua limpia o semilimpia donde pone los huevos.

El ministro admitió que hay una “extrema escasez, por el tema de las importaciones”, para conseguir repelentes.

“En la Argentina hay un déficit de repelentes muy significativo que ni siquiera los gobiernos somos capaces de lograr stock. Así que dentro de ese escenario hemos estado trabajando en dar recomendaciones de cómo usar de la mejor manera lo que tenemos”, expresó el funcionario de CABA, en diálogo con Radio Mitre.

Quirós señaló que “el repelente es más útil” cuando la persona se encuentra en su casa, en la casa de otra persona o en el trabajo. “Esos son los lugares donde probablemente el mosquito esté, no si salís a correr”, expresó. El horario, agregó, cuando “es más más probable que salga a volar y a picar, es de 6 a 10 [de la mañana] y de 6 a 9 o 10 de la noche”.

Además, recomendó “usarlo sobre todo en las partes bajas, que es por donde más vuela el mosquito en los tobillos, entre el pantalón y el calzado, que es donde suelen entrar y picar. Y, por supuesto, idealmente en la medida que se pueda, usar ropa más clara y con manga larga. Es un periodo para andar con manga larga”, subrayó.

El ministro recordó que, en el ámbito de la Ciudad, cada año se inicia la campaña de prevención en agosto porque “el invierno es el momento más crítico del mosquito”, ya que sólo quedan sus huevos a la espera del siguiente verano. Por eso, si se quitan las larvas, en la temporada de calor siguiente se reducirá el número de insectos que puedan transmitir la enfermedad.

“Nosotros empezamos en agosto, barrio por barrio. Tenemos un sistema de registro que se llaman ovitrampas, que son sistemas de registro de dónde hay mosquitos Aedes adultos, porque registran dónde se ponen los huevos y vamos siguiendo la aparición a lo largo de septiembre, octubre, noviembre y haciendo intervenciones focales donde aparecen los mosquitos adultos registrados”, insistió.

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