Se trata de la dirigente jujeña Vilma Facunda Bedia, quien contrató a sus tres hijos, su nuera, hermano, sobrina y cuñada en su despacho. Qué dijo el Gobierno al respecto.
Tras el intento de aumento de las dietas de los senadores y diputados y el “error” al que atribuyeron en el Gobierno la suba –posteriormente revertida– de los sueldos de los funcionarios del Ejecutivo, un nuevo escándalo roza uno de los principios que Javier Milei enfatizó dentro de La Libertad Avanza.
En el Senado, una de las legisladoras oficialistas, la jujeña Vilma Facunda Bedia, designó a sus hijos, hermanos, sobrina e incluso a su nuera en su despacho. Además, se aseguró de que otras personas de su entorno fueran contratadas por pares del bloque de LLA, a quienes retribuyó nombrando familiares.
Según anticipó La Política Online, la senadora contrató a sus hijos Joel Benjamín Mamani y a José Jair Mamani. Al primero lo designó con categoría A3, lo que le otorga un salario de $1.011.168,65, según la escala publicada en la web del Senado. Por su parte, José Jair, con una categoría A1, percibe $1.409.962,89, una suma considerable considerando que a sus 32 años no tiene otro empleo formal registrado.
Según trascendió, Clarín tuvo acceso a todos los nombramientos realizados por Bedia, quien no respondió a las consultas por el escándalo que la envuelve.
De hecho, no satisfecha con esos dos nombramientos, la senadora incorporó a más familiares al Senado. Curiosamente, su otro hijo, Pablo Mamani, obtuvo otro contrato con categoría A1 gracias a la senadora por San Luis, Ivanna Arrascaeta, también de LLA.
En otro despacho oficialista, el del senador por La Rioja Juan Carlos Pagotto, otro familiar de Bedia comenzó a trabajar: su hermano Daniel Ricardo Bedia fue designado el 20 de febrero pasado en la planta temporaria, en el área administrativa y técnica.
Más aún, tan solo una semana después, Bedia nombró en su despacho a Juan Carlos Pagotto, un homónimo del senador que en la Cámara Alta señalan como familiar del legislador, con categoría A6.
El entrecruzamiento de familiares, una práctica común según fuentes con décadas de trabajo en el Senado, ha comenzado a ser revisada en los distintos bloques a raíz de este escándalo.
El 18 de enero, la senadora Bedia había contratado a una de sus nueras, Mirta Araceli Silisque, con una categoría A8. Ocho días después, designó a una de sus sobrinas, Daiana Ester Llanes, como administrativa.
Fuentes del Senado aseguran que una cuñada de Bedia ingresó a la planta transitoria del Senado, aunque aún no se pudo acceder a esa documentación. Lo mismo ocurre con Juan Carlos Bedia, otro de sus hermanos. Según una fuente parlamentaria, “ya entraron o están en proceso de ingreso”.
Una vez que se destapó el escándalo, Milei solicitó información a su equipo para analizar la situación de Bedia, a quien en La Libertad Avanza observan “encandilada” por el poder que le otorga ser senadora.
Momentos antes, el tema tomó por sorpresa al vocero presidencial Manuel Adorni, quien aseguró no estar al tanto de esos nombramientos, pero adelantó la postura de Milei.
“Nosotros estamos absolutamente en contra de cualquier contratación o de cualquier forma de utilización del Estado para intereses personales, familiares o de cualquier otra índole que no sea en pos de la intención que tuvo la gente al votar y elegir una propuesta que claramente marque una diferencia con la política tradicional. Así que todo lo que tenga que ver con prácticas de la vieja política, no estamos de acuerdo. Supongo que la senadora podrá dar una mejor explicación. Pero claramente, si esto tuvo algún interés personal, lo rechazamos absolutamente”, indicó.
En ese sentido, desde el entorno presidencial dejaron saber el “enojo” de Milei con Bedia y le dieron un ultimátum: “Se la convocará a echar a todos esos familiares y, si no lo hace, tendrá que irse del bloque de LLA, no importa que tengamos ocho senadores”.