El Presidente elogió al ministro de Economía, comparó la situación con la de inicios de los años 90 y explicó por qué el índice podría estimarse como de 7,2%.

Javier Milei celebró el índice de inflación de febrero, que según el INDEC fue del 13,2%, y elogió al ministro de Economía, Luis Caputo. A su vez, según definió el mandatario, la “desinflación” actual es “más profunda” que la registrada en los inicios de los años 90 con la Convertibilidad. 

“Es un número que después del desastre que hemos tenido que enfrentar es (producto de) el trabajo del ministro Luis ‘Toto’ Caputo, es un trabajo formidable. Lo que está haciendo el Banco Central es digno de admiración”, aseguró el presidente en diálogo con radio El Observador.

En otro fragmento de la entrevista, el jefe del Ejecutivo también volvió a la carga contra las promociones de los supermercados, las cuales no permiten identificar el precio unitario del producto a la baja: “En la reunión que tuvo el ministro de Economía con las empresas, ellos habían calculado un dólar promedio de $2500 y no han hecho la retracción de los precios y han empezado con las promociones”, señaló.

En relación a los datos revelados por el INDEC este martes, Milei comparó la situación actual con la baja de la inflación en la implementación de la convertibilidad de Domingo Cavallo en los inicios de los ’90.

“Está bajando el precio pero no se puede manifestar en el índice. Nosotros estamos verdaderamente muy satisfechos por los logros que estamos teniendo. Nadie esperaba que lográramos un proceso de desinflación de estas características, que es mucho más profundo del que se había dado durante la convertibilidad”, afirmó Milei.

Y analizó: “Estuvimos transitando una hiperinflación, si se me permite la licencia. En la primera semana de diciembre los precios venían a una velocidad del 3700% anual, la segunda escaló al 7500%, la inflación mayorista de diciembre dio 54% que anualizado da 17.000%, estábamos transitando la hiperinflación y, dada la dura política monetaria que estamos ejerciendo, es lo que lo ha evitado”.

A su vez, el mandatario también autoelogió su gestión, luego de que el Banco Central haya resuelto bajar la tasa de interés de política monetaria y liberar la de los plazos fijos.

“Desata tanta confianza la robustez del programa que estamos haciendo que está generando una brutal apreciación cambiaria. Cualquier definición de tipo de cambio, corregida por el Impuesto PAIS, no tiene brecha. La confianza es tan grande que estamos recibiendo depósitos en dólares en el sistema financiero a tasa cero. Esto es de no creer”, destacó.

En cuanto a los acuerdos con los gobernadores y la respuesta que podría tener el nuevo acuerdo en el Congreso para la aprobación de la nueva Ley Ómnibus, el mandatario sostuvo: “Me parece que aprendieron la lección y va a haber acuerdo”.

El presidente reiteró su visión de una inflación actual de un solo dígito, explicando que, según sus cálculos, el Índice de Precios al Consumidor de febrero podría situarse en un 7,2%. 

“Estamos muy satisfechos, el consenso de mercado estaba en torno a 16%, 17% y el dato que acaba de salir publicado es del 13,2%”, celebró. Y añadió: “Pero si uno considera los efectos del arrastre estadístico que son 4,2, y lo vinculado a suba de tarifas y prepagas que son de una vez, producto de los desequilibrios que dejó el gobierno anterior, que es 1,8% más, quiere decir que hay que limpiarle 6 puntos y estaríamos en una inflación de un dígito, de 7,2%”.

“Entendemos que es un número espantosamente alto pero tenemos que comprender que el marco contra el que comparás era la hiperinflación. La gente no la está pasando bien, somos conscientes de eso, 7 de cada 10 argentinos lo tienen claro”.

En lo que respecta al mes de marzo, el Presidente trazó un oscuro panorama: “Si bien es un mes muy complicado, con un problema de estacionalidad enorme, creemos que en abril se va a notar todavía más fuerte. Aún con la complicación que tiene marzo, publicó los números Orlando Ferreres, y la inflación la tiene 9% y la núcleo la tiene en 7%. Esto está funcionando, esto de que hemos frenado la emisión de dinero estamos abatiendo la inflación”.

En este sentido, remarcó: “No vamos a cambiar esta política, estamos haciendo un ajuste enorme en el plano fiscal, los números de febrero van a volver a sorprender en materia de déficit fiscal porque vamos a volver a respetar el déficit cero pero con una caída en términos reales de la recaudación, lo que implica que hemos seguido con el plan de la motosierra y la licuadora, la caída del gasto público es del 36%, no vamos a ceder ni un milímetro en el equilibrio fiscal y en sanear el Banco Central”.

En lo que respecta al cepo cambiario, el Presidente reveló: “Estamos más cerca de abrir el cepo, si no hay brecha. Pero en el medio estamos haciendo varias cosas, liberamos muchas importaciones, estamos bajando la tasa, es un proceso de tanteos. Si uno lo plantea así, tenemos todo para abrir y es cierto, lo que pasa es que se empezaría a reactivar la economía”. 

“¿Cuál es el problema? Ahí adentro no está contemplada la posición de los pases, cuando computo la base monetaria amplia, está en 10% del PBI. ¿Quién me asegura que cuando haga cero la tasa de los pases no haya una corrida contra la moneda?”, explicó. “Entonces, o me consigo 15 mil millones de dólares y lo abro hoy, o alternativamente sigo licuando y el día que vemos que las chances de correr es cero, lo abrimos. No voy a poner en riesgo a la población”.

En tanto, sobre la baja en la actividad económica, Milei señaló que están “sincerando” la economía después de años de problemas estructurales. 

“El problema de la economía argentina no viene de ahora, viene de 100 años, de 40 años desde la democracia o 20 años por los desastres que causó el kirchnerismo: se comieron el capital, la productividad es más baja y los salarios de 600 dólares, cuando si hubiéramos mantenido con la convertibilidad estaríamos en 3000. Es un poquito menos (de 600) pero redondeé para arriba. Perdimos el 80% de nuestros ingresos, estamos sincerando esta situación para evitar que seamos el país más pobre del planeta”, analizó.

Y concluyó: “En cuanto abramos el cepo la economía empieza a rebotar. Según las estimaciones del FMI se podría hacer a mitad de año, yo lo voy a hacer cuando tenga plena seguridad de que no hay corrida”.

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