El ex futbolista y actual comentarista habló de las presiones y la exacerbada pasión con la que viven los fanáticos. “Es una picadora de carne”, sentenció
Diego Latorre realizó un crudo y profundo razonamiento sobre el nivel de presión a los que son sometidos los entrenadores y jugadores en el fútbol argentino y, a su vez, explicó por qué no aceptó trabajos como técnico pese a haber recibido ofertas laborales.
“Me han ofrecido dirigir pero es entrar en una picadora de carne. Hay gente que la veo envejecer en pocos meses, hasta su aspecto cambian porque sufren. Pasa que la adrenalina y la vocación es tan fuerte, y la necesidad en algunos casos, que hacen que puedan resistir, pero es enfermizo lo que pasa dentro del fútbol”, reflexionó Gambeta en el programa F90 de ESPN.
El tema del debate en la mesa que conduce el Pollo Vignolo fue el de la salida de seis entrenadores en las primeras siete fechas de la Copa de la Liga por malos resultados. “¿Cuánto apuestan por vos? ¿Cuánto crédito tenés? Hay gente más sumisa y ligada al mundo de los dirigentes, o más astutos que entonces tienen otras conexiones y el crédito, a lo mejor, les dura 5 o 7 partidos hasta que se hace insostenible”, continuó el ex futbolista que pasó por Boca Juniors y Racing, entre otros.
“Hablo con los protagonistas (jugadores y entrenadores) y cuando pierden se les hace imposible trabajar en la semana. Ni hablar de las barrabravas, gente que es violenta verbalmente, salís a la cancha y a los cinco minutos ya hay una prepotencia e insultos que afecta a la mente. Tenés que estar psicológicamente muy sano, con una espiritualidad muy grande porque al hombre y a la mujer que juega al fútbol les afecta. A todos los seres humanos nos afecta vivir con esa violencia, con ese maltrato diario”, siguió el comentarista de 54 años.
En su catarsis, Latorre ahondó en el factor emocional de los protagonistas: “Es cierto que uno se envuelve con esa coraza, con ese escudo de protección, pero salís a la cancha y si perdés un partido los dirigentes no te hablan, los hinchas te insultan, la prensa te maltrata, las redes sociales ni hablar y sentís un peso que es abrumador. Por eso hay jugadores que canjean la competitividad que tiene el fútbol argentino por irse a jugar allá por dos mangos más y yo los entiendo porque la salud mental te afecta. Estás todo el tiempo recibiendo de tu entorno maltratos y agresiones. Uno se siente hasta un delincuente jugando al fútbol cuando pierde. ¿Cómo puede ser?”.
Luego, el comentarista estrella de la cadena internacional mencionó el caso del apriete de parte de la barrabrava de Vélez que sufrió Gianluca Prestianni, en 2023, cuando su equipo se encontraba en una situación apremiante con el descenso. “¿Sabés lo que es para un pibe de 18 años que vengan 20 tipos de la barrabrava y te crucen el auto? Uno no lo dimensiona porque estamos acá, seguimos viviendo y los temas te atropellan y naturalizan. Es algo de locos. Simplemente por jugar mal tres partidos y por tener la posibilidad de irte al descenso, te hacen sentir culpable, como si el jugador no quisiera ganar…”, indicó.
Por último, destacó la fortaleza mental que tienen los jóvenes valores del fútbol argentino para aguantar semejante presión cada fin de semana. “Admiro a los pibes de hoy que juegan, se reponen y salen a la cancha cuando los insultan y los aplauden a los dos partidos. Es un manicomio mental eso para los pibes, que están en una edad en la cual todavía se están terminando de formar hasta humanamente. Uno tiene familia, hermanos, padres, hijos, entiendo lo que significa el fútbol para los hinchas pero paremos un poco de agredirnos tanto”, señaló.