Roberto Mazzoni, víctima de una red de trata, acusó al juez de encubrir el caso. En la grave denuncia están involucrados Alejandro Roemmers y Matias Barreiro.
Roberto Mazzoni, una víctima de una red de pedofilia y trata, lanzó una grave denuncia que pone en el centro de la polémica al juez federal Ariel Lijo. La situación se dio durante la jornada “Trata Infantil: ¿qué hay detrás de la desaparición de niños?” que se realizó el pasado 5 de agosto en el Senado.
Según Mazzoni, la causa que involucra a una de las redes de pedofilia más grandes de la Argentina ha sido “cajoneada” por el magistrado. Debido a esto y a la falta de cobertura de parte de los principales medios de comunicación, el denunciante decidió hacer pública la situación.
En su relato, no solo denunció la inacción judicial, sino que también implicó a figuras de alto perfil, como el empresario farmacéutico Alejandro Roemmers y Matías Barreiro, directivo del club River Plate y dueño del Sanatorio Colegiales.
Según Roberto Mazzoni, Roemmers estaría involucrado en la captación de menores. Además detalló que el farmaceútico tiene una “preferencia por chicos blanquitos, chiquitos y lampiños”, y que paga comisiones por la presentación de menores y adultos jóvenes.
El silencio mediático podría estar vinculado a los poderosos intereses económicos y las conexiones de las figuras implicadas. Roemmers, en particular, es un empresario con fuertes lazos en el ámbito empresarial y de medios, lo que podría explicar la falta de cobertura de esta noticia.
El juez Ariel Lijo, por su parte, es una figura controvertida en el ámbito judicial, habiendo estado involucrado en otras causas de fuerte repercusión. El hecho se denuncia en un momento en el que se especula sobre su posible designación a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por parte del gobierno de Javier Milei.
Alejandro Roemmers se apartó de la denuncia y alerta “maniobras extorsivas”
En una reciente publicación en su cuenta de Instagram, el empresario farmacéutico difundió un comunicado en el cual se asevera que se trata de una “falsa denuncia” por parte de Roberto Mazzoni, “un individuo con antecedentes de extorsión, hurto y violencia que han tomado estado público (difamación y extorsión a un reconocido artista e intento de atropello con una camioneta robada)”.
“Expresamos: que la justicia archivó la falsa denuncia de Roberto Mazzoni después de dos años en que no se presentara ninguna prueba y ningún damnificado en la causa, ni siquiera el propio Mazzoni, ya que nunca trato al Sr. Roemmers”, asevera el escrito.
Y añade: “Pedimos a todos no hacerse eco de estas absurdas injurias que no tienen ningún fundamento y son un grave delito que nuestro código penal aun no permite evitar al tiempo de su ocurrencia”.