A pesar de los intentos de bajarle el tono a la disputa de poder que existe entre Javier Milei y Victoria Villarruel, el Gobierno no logra minimizar los alcances políticos de la interna política.
En los últimos días fue creciendo la disputa dentro de las altas esferas del Gobierno, ya que la furia del presidente Javier Milei, con su vice Victoria Villarruel, no cede, tras el conflicto diplomático con Francia por un tuit contra dicha potencia europea a la que el Presidente prefiere mantener como aliada.
De hecho, fue el propio mandatario quien confirmó, a días de viajar al país galo para la inauguración de los Juegos Olímpicos, que fue la secretaria de la Presciencia, su hermana Karina Milei, quien personalmente se disculpó en la Embajada francesa en Buenos Aires.
Esta rispidez ideológica, no hizo más que sumar tensión en la ya, maltratada relación entre el libertario y su segunda al mando del Ejecutivo, con quien sostiene un complejo trata desde la campaña electoral.
Ahora, para intentar bajar la tensión desde Casa Rosada salieron a desmentir que exista un conflicto de poder dentro de la cúpula libertaria, de hecho el vocero presidencial, Manuel Adorni sostuvo que “el tema generó un ruido mediático que no debió generarse”.
“Es un tema donde estamos todos más o menos de acuerdo que hay opiniones personales, entremezcladas con cuestiones futboleras, y cuestiones que son declaraciones de Gobierno”, aseguró el funcionario en su habitual conferencia de prensa, refiriéndose al tema del tuit en el que Villarruel tildó de “potencia colonialista” a Francia.
El portavoz de Milei, agregó: “No hubo rispidez de ninguna índole. Fue un comentario que no representaba la opinión del Gobierno, fue una pavada”. Aunque reveló que “el Presidente no habló con la Vice en estos días”, destacando que la pelea sí existió y fue grave.