La relación entre el running y los dolores en las articulaciones

Hay varios mitos en torno al running -una actividad de impacto- siendo uno de los más persistentes es que hace mal a la salud de las articulaciones, más específicamente para el cartílago articular.

Si hay un factor relacionado con la carrera que podría provocar daños en las articulaciones, probablemente sea una carga de entrenamiento que no sea adecuada para las capacidades de recuperación.

Estudios al respecto muestran una rápida adaptabilidad del cartílago a la carga inducida por la carrera. Por ende, los corredores sanos no deben preocuparse por dañar sus cartílagos (rodilla, tobillo, pie). El cuerpo se adapta en la medida en que el estrés aplicado no supere su capacidad de adaptación.

Por otro lado, existe una afección llamada “rodilla del corredor”. Las lesiones de cadera, tobillo y pie también ocurren no porque alguien esté corriendo, sino porque corre en mala forma o con desequilibrios musculares.

Cómo limitar el riesgo de dolor de rodilla durante o después de practicar running:

– Calentar antes de correr

– Practicar de forma razonada y respetar un tiempo de descanso entre cada carrera

– Evitar correr sobre superficies duras

– Optar por calzado adecuado y equipamiento de calidad

– Hidratarse adecuada y regularmente para el bienestar de las articulaciones

– Usar una rodillera para correr (el modelo depende de la causa del dolor: consultar previamente al médico de cabecera o a un médico deportivo).

En caso de dolor persistente, es imprescindible consultar a un profesional para establecer las causas de la patología y el tratamiento adecuado.

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