El plan del Ejecutivo es pagar una parte de los compromisos y postergar el resto para evitar una reducción significativa en las reservas del Banco Central.El Gobierno se prepara para enfrentar dos vencimientos del swap con China, que suman US$5000 millones, y está negociando la posibilidad de refinanciar una parte. Aunque ha habido avances en las discusiones técnicas con el gigante asiático, aún no se ha llegado a ningún acuerdo concreto. Los vencimientos corresponden a tramos activados durante 2023 y el equipo económico cree que habrá que pagar al menos una porción de las obligaciones de este bimestre.

El inicio de junio marca el comienzo de un bimestre crítico para el Banco Central (BCRA). Durante el gobierno de Alberto Fernández, se activaron partes del intercambio de monedas que ahora generan estos vencimientos inminentes. Fuentes del Gobierno señalaron que es probable que se pague una parte de los compromisos y se busque refinanciar el resto. Hasta ahora, los avances han sido técnicos, sin ningún viaje planificado a China para cerrar el acuerdo.

Las negociaciones no solo abarcan aspectos financieros, sino también áreas políticas y diplomáticas. La relación con China, que tuvo un comienzo difícil, fue revitalizada con un viaje de la canciller Diana Mondino al país asiático, acompañada por el titular del BCRA, Santiago Bausili. El interés de Beijing en esos encuentros estuvo más centrado en el futuro de las represas en Santa Cruz, un proyecto financiado por bancos chinos que está paralizado desde diciembre.

Al 31 de diciembre de 2023, los fondos en uso del swap representaban 35.000 millones de yuanes (US$4924 millones). De ese total, US$2954 millones vencen en junio y US$1970 millones en julio. El tramo activado del swap de monedas creció más de 311% durante 2023. Si el Gobierno no logra postergar la totalidad de los vencimientos, podría pagar con las reservas adquiridas recientemente y con US$800 millones que el FMI enviará tras la aprobación de la octava revisión del acuerdo.

El Banco Central ha comprado más de US$17.200 millones desde el cambio de gestión, aunque sus arcas suman solo US$7400 millones debido a pagos de deuda e importaciones. Por esto, el equipo económico prefiere refinanciar la mayor parte de los pagos a China para evitar un estrés adicional en las reservas. Desde 2023 y con la extensión del swap hasta 2026, el uso de yuanes para pagar importaciones sin afectar las reservas en dólares ha sido una práctica común.

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