Cómo usar este producto para lograr un efecto diferente en tus ojos

Una de las técnicas para lograr una piel “glowy” con el maquillaje es la del “eyelighter”, que apuesta por iluminar la mirada como si de la piel del rostro se tratara.

Gracias a la misma conseguimos una mirada más amplia, brillante, descansada, bonita y rejuvenecida. El secreto reside en el uso de sombras multicromáticas, holográficas o iridiscentes y su colocación estratégica: cuando la luz incide en estos pigmentos iridiscentes, ilumina y eleva los ojos.

La técnica favorece a todo el mundo, independientemente de la forma o el tamaño de los ojos. Simplemente hay que acertar con el tipo de producto, el color y el lugar de aplicación.

En el caso de maquillar con sombras multicromáticas de alta pigmentación, aplicá directamente el producto en el párpado móvil para crear dimensión y andá difuminando hacia el párpado superior. Difuminá más la zona interior del ojo para que quede con mayor luminosidad y dejá mucha más concentración de color en la zona que va desde la mitad hacia el exterior del ojo.

Si optás por sombras en crema tipo mousse de pigmento más suave, aplicá con un pincel plano y andá difuminando por todo el párpado. Así crearás un resultado más uniforme y sin tanta dimensión.

A la hora de elegir las sombras para iluminar, se recomienda los siguientes tonos, en función de cada color de ojos:

Ojos verdes: elegí una sombra multicromática que vaya desde el blanco hacia el rosa, del rosa al champagne, y que en otro tipo de movimientos se vea de rosa a morado.

Negros o marrones oscuros: apostá por una sombra multicromática que parta desde el blanco hacia los destellos azules, y de azules a morados.

Ojos oscuros y piel cálida: escogé los tonos que vayan de marrón a champagne y de champagne a dorado.

Ojos oscuros y piel fría: también funcionan muy bien los tonos que van de los rosas a los morados.

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