El Fenerbahce había decidido presentar un plantel Sub 19 en protesta por el “maltrato permanente”, pero ante la primera ventaja, se fueron de la cancha.
La Supercopa de Turquía se convirtió en un escándalo, el Fenerbahçe salió a jugar con un equipo juvenil ante el Galatasaray y decidió retirarse de la cancha al minuto de juego, después del gol de Mauro Icardi, entregándole el título a su histórico rival, en protesta contra lo que considera un permanente maltrato por parte de los árbitros y de la Federación de Turquía.
El vicepresidente del Fenerbahçe, que está segundo en la Superliga turca tras el Galatasaray, ya había anunciado a principios de esta semana esa medida y adelantado que los jugadores abandonarían el campo antes del final de los 90 minutos, lo que supondría que el equipo perdería automáticamente por 3-0 y su rival se llevaría el título.
Y eso fue lo que sucedió, bastante antes del final: a los 50 segundos marcó Icardi con un derechazo cruzado para poner el 1-0 de Galatasaray, e inmediatamente los futbolistas de Fenerbahçe dejaron el campo de juego, por lo que el árbitro agarró la pelota y dio por terminado el partido, yéndose al vestuario también.