Pasadas las elecciones, los distintos espacios políticos comienzan a analizar sus resultados y a proyectar el escenario que se viene. En ese contexto, el dirigente radical y exconcejal de Avellaneda, Fernando Landaburu, realizó un balance crítico sobre el rol de la Unión Cívica Radical (UCR), el armado opositor y los desafíos de cara a los próximos comicios.

“Fue raro vivir un domingo electoral sin ser candidato. En lo personal, lo compartí en familia, pero al mismo tiempo quedó la sensación de que el radicalismo perdió una gran oportunidad. La lista fue cerrada, sectaria, armada por un solo sector interno. Eso desmotivó a muchos radicales, algunos se quedaron en sus casas y otros buscaron otras opciones”, señaló Landaburu.

Crítica al sectarismo interno

El dirigente apuntó directamente contra el armado de la lista de Somos, espacio que tuvo predominio del sector vinculado a Martín Lousteau. “Los tres primeros candidatos a legisladores provinciales pertenecían al mismo sector. No hubo apertura, no fue democrático ni participativo. Eso dejó afuera a la minoría interna y también a otros partidos aliados. Se perdió la oportunidad de mostrar unidad y construir algo sólido para el futuro”, remarcó.

Según Landaburu, esa falta de integración explica parte de la derrota: “En Avellaneda hicimos la peor elección de la historia del radicalismo. No fue solo un mal resultado, fue el reflejo de un sectarismo que desalentó la militancia. Tal vez con una lista de unidad no hubiésemos ganado, pero sí habríamos mostrado fortaleza para seguir construyendo”.

Nuevo escenario y alianzas

Mirando hacia adelante, el exconcejal defendió la foto que se conoció días atrás junto a dirigentes de la Coalición Cívica en Avellaneda. “No fue una traición ni una jugada especulativa. Fue una reunión preparatoria. Hay coincidencias históricas: juntos denunciamos la corrupción kirchnerista y también cuestionamos el rumbo actual del Gobierno de Milei. La idea es construir una alternativa desde el centro, con equilibrio y responsabilidad”, explicó.

En esa línea, confirmó que de cara a octubre trabajarán en una lista encabezada por Juan Manuel López (Coalición Cívica), acompañado por la académica Elsa de Rosas y el intendente radical de Magdalena, Lisandro Hourcade. “Es una boleta que refleja gestión, propuestas y compromiso. Más de 27 intendentes radicales bonaerenses la apoyan. Queremos dar una señal de unidad y de construcción hacia adelante”, agregó.

Postura frente al Gobierno y el peronismo

Landaburu fue claro al rechazar tanto los excesos del kirchnerismo como el plan económico del actual Gobierno. “No compartimos este ajuste salvaje, sin sensibilidad social, que deja afuera a jubilados, universidades, pymes y sectores vulnerables. Pero tampoco coincidimos con los sectores del peronismo que hablan de golpe de Estado. Nosotros vamos a ser garantes de la democracia: Milei debe terminar su mandato en 2027, aunque no coincidamos con su proyecto”, advirtió.

En relación a la situación institucional, cuestionó: “El peronismo ya lo hizo con Alfonsín y con De la Rúa. Hoy algunos quieren repetir la historia. Nosotros no vamos a avalar eso. Creemos que el radicalismo tiene que sostener la gobernabilidad, pero con propuestas superadoras”.

Avellaneda y la gestión local

El dirigente también dejó definiciones sobre la política local: “Avellaneda no tiene refugios para personas en situación de calle. La seguridad sigue siendo un problema grave y la falta de transparencia es total. Cualquier vecino debería poder acceder a la información pública de cómo se manejan los recursos, como ocurre en otros municipios radicales, pero acá no pasa. Ni siquiera cuando era concejal podíamos ver las rendiciones de cuentas”, denunció.

Sobre el futuro, aseguró que el radicalismo trabaja en “equipos y no en personalismos” para presentar una alternativa real en Avellaneda. “Con el presupuesto que maneja el municipio, se podrían hacer las cosas mucho mejor. Se trata de cambiar prioridades, de trabajar con transparencia y de recuperar la confianza de los vecinos”, afirmó.

Una mirada de país

En su análisis más amplio, Landaburu sostuvo que Argentina tiene “una oportunidad enorme” si logra aprovechar con inteligencia recursos estratégicos como Vaca Muerta, la minería y el campo. Pero advirtió que la clave no es “soñar con ser una potencia”, sino lograr que la gente viva mejor.

“Lo que queremos es que las familias puedan comer un asado el domingo, mandar a sus hijos a la escuela y a la universidad, vivir seguras y tener empleo digno. Eso es lo central. La política debe dejar la confrontación y enfocarse en soluciones reales. El radicalismo tiene futuro si vuelve a sus banderas históricas de honestidad, transparencia y desarrollo con inclusión”, concluyó.

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