En Villa Corina (Avellaneda), vecinos lograron que se atendiera un caso delicado que llevaba meses generando preocupación en una de las torres del barrio. Se trata de Daniel, un hombre mayor que padece un cuadro compatible con el síndrome de Diógenes y otras dificultades de salud mental, cuya situación se había vuelto insostenible tanto para él como para la comunidad.

Los vecinos denunciaban no solo la acumulación compulsiva de objetos y basura, sino también conductas que evidenciaban un fuerte deterioro psíquico: episodios de desinhibición en espacios comunes y problemas graves de higiene. Ante esto, reclamaban una respuesta institucional que hasta el momento no había llegado.

Una solución gracias al trabajo conjunto

Tras la exposición pública del caso en el programa La Voz del Vecino, se activó una intervención articulada:

  • La Secretaría de Salud de Avellaneda, a cargo de la Dra. Virginia Argañaras, envió una ambulancia y realizó un relevamiento socio-ambiental.
  • Se logró la derivación a través de PAMI Avellaneda, conducido por Pascual Sanseverino, que dispuso la internación de Daniel en una clínica psiquiátrica de su red.
  • Empresas privadas del sector salud también colaboraron, facilitando recursos y articulando con el sistema público.

De este modo, Daniel fue finalmente trasladado a un espacio de atención especializado, donde podrá recibir tratamiento y cuidados prolongados.

El trasfondo del problema

El caso pone en evidencia el vacío existente en Avellaneda respecto a infraestructura para la salud mental, ya que el municipio no cuenta con un hospital psiquiátrico propio. Además, se suma la dificultad de aplicar la Ley de Salud Mental en contextos de alta vulnerabilidad social y en convivencia con problemáticas de adicciones, lo que sobrecarga el sistema.

El valor de la comunidad

Más allá de las falencias estructurales, este episodio demostró que cuando vecinos, instituciones públicas y privadas trabajan juntos, pueden encontrarse soluciones concretas. La intervención evitó un desenlace mayor tanto para Daniel como para su entorno, y permitió sentar un precedente de acción comunitaria.

Desde La Voz del Vecino remarcan: “No somos gobierno, somos un medio local que busca tender puentes entre los problemas y su resolución. Casos como este muestran que se puede trabajar con empatía y compromiso para cuidar la salud y la convivencia de todos”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

80 − = 77