Tras los graves incidentes durante el partido de Independiente, la fiscalía decidió clausurar el estadio por las pruebas materiales y evidencias de agresiones. Según informes oficiales, de los 20 heridos, cuatro permanecen internados: tres en el Hospital Pedro Fiorito y uno en el Hospital Presidente Perón.

El ministro de Seguridad provincial, Javier Alonso, confirmó que los hinchas chilenos detenidos fueron imputados por daños y lesiones leves, mientras que los hinchas de Independiente que agredieron a visitantes serán imputados por intento de homicidio. Además, se anunciarán prohibiciones de ingreso a estadios y sanciones al club.

Alonso destacó la atención médica de los hospitales públicos, especialmente el servicio de neurocirugía del Fiorito, que salvó vidas tras los graves golpes sufridos por los visitantes. Asimismo, se denunció que la empresa de seguridad privada contratada por el club contaba con solo cinco agentes para 2.600 hinchas visitantes, lo que provocó serias fallas en la prevención de los incidentes.

Se informó que la CONMEBOL ignoró tres advertencias oficiales de la policía bonaerense para suspender el partido antes de que estallaran los hechos violentos, y que la ubicación de la parcialidad visitante encima de la local, sin barreras físicas, aumentó el riesgo de los incidentes.

La situación generó también tensión diplomática, con la visita del embajador y cónsules de Chile a Avellaneda para supervisar la atención a los heridos y detenidos. Alonso apuntó a la responsabilidad de la seguridad privada, del club y de la CONMEBOL, mientras la policía cumplió un operativo externo exitoso, evitando incidentes fuera del estadio.

La clausura del estadio implica que Independiente no podrá jugar el próximo partido en su cancha, mientras continúan las investigaciones judiciales y las sanciones a los responsables.

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