Ariel García Furfaro irá a juicio oral por contrabando agravado tras declarar montos falsos ante la Aduana en la compra de máquinas desde China.
El empresario Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma, fue procesado por contrabando agravado tras comprobarse que sobrefacturó importaciones de maquinaria desde China. La investigación determinó que el titular declaró un monto de US$5 millones ante la Aduana por equipos cuyo valor real ascendía a US$500.000. La causa, que comenzó en 2022, está a cargo del juez Pablo Yadarola, titular del juzgado en lo Penal Económico N°2, e involucra además a Alpharma, otro laboratorio vinculado a las operaciones.
La Justicia sostiene que García Furfaro presentó documentación falsa en al menos cinco operaciones comerciales, lo que derivó en un embargo de $25.000 millones sobre el empresario y otros $25.000 millones sobre HLB Pharma. A pesar del procesamiento, no se le dictó prisión preventiva y continúa en libertad, mientras su defensa presentó una apelación ante la medida judicial.
El caso adquiere una dimensión aún más grave al vincularse con la producción de fentanilo contaminado. Según un informe del Cuerpo Médico Forense, el lote 31202 del fentanilo de HLB Pharma agravó los cuadros clínicos de pacientes internados y contribuyó a la muerte de al menos 11 personas, de un total de 20 muestras analizadas. Otros cinco casos fueron considerados “fortuitos”, donde la contaminación no modificó el desenlace clínico, y el resto continúa bajo revisión por falta de documentación.
Los análisis realizados en el Instituto Malbrán detectaron la presencia de bacterias peligrosas en las soluciones hospitalarias del laboratorio. Entre ellas se encontró Ralstonia mannitolilytica, capaz de formar biopelículas resistentes y generar sepsis graves en pacientes inmunocomprometidos, y Klebsiella pneumoniae MBL NDM-5, un bacilo multirresistente de alta virulencia asociado a infecciones nosocomiales, potencialmente mortal en pacientes críticos.
Además, todavía resta una pericia clave que incluye la revisión de los “batch records” y material incautado en allanamientos, como los cuadernos de microbiología del laboratorio. Estas pruebas podrían aportar información decisiva sobre la cadena de responsabilidades en la fabricación del fentanilo contaminado y la gestión de HLB Pharma, consolidando la investigación sobre los riesgos y negligencias que derivaron en muertes evitables.
El caso de García Furfaro y HLB Pharma expone, nuevamente, los vacíos en el control de laboratorios privados y la necesidad de fiscalización rigurosa en la importación de insumos y maquinarias esenciales para la producción farmacéutica, especialmente cuando se trata de fármacos de alta peligrosidad como el fentanilo.