Por Marcelo Brunwald
Una noticia que emociona a Avellaneda y a toda la Argentina: se ha iniciado formalmente el proceso para la beatificación de Jorge Cristian Pérez, un joven laico profundamente comprometido con la fe y la comunidad, que podría convertirse en el próximo santo argentino.

Su vida
Jorge Cristian Pérez nació el 28 de septiembre de 1977. Desde muy joven se involucró en la Iglesia a través de la Acción Católica, comenzando su camino de fe en la parroquia Luján de Sarandí, para luego ser dirigente parroquial en Santa Catalina de Siena, Dock Sud, dentro de la Diócesis Avellaneda-Lanús.
Para muchos, Jorge fue un “hermano mayor”, un amigo y delegado que acompañaba con dedicación y amor a los jóvenes del barrio. En su familia, era considerado “el bueno”: una persona inteligente, amable, firme en sus convicciones, sincera y transparente. Su honestidad y perseverancia eran notables, y su risa fuerte y contagiosa iluminaba cualquier encuentro.
Aunque en un momento pensó en el sacerdocio, descubrió que Dios lo llamaba a santificarse como laico. Paralelamente, estudió geografía para ser profesor. Amante de la música, integró una banda de rock y blues con la que ganó torneos juveniles bonaerenses, y que incluía canciones de su autoría.
Era un alma eucarística, asistía a misa casi todos los días y encontraba en la oración y el servicio a los demás la alegría de su vida.
Testimonio exclusivo: Marcelo Brunwald
El periodista local Marcelo Brunwald, quien conoce bien la hisotria de vida de Jorge, afirmó:
“Todos podemos ser santos. Pudimos convivir con él, porque tomaba el bondi 24, jugaba a la pelota, andaba en bici por el barrio, tenía novia, como cualquiera de nosotros. Eso hace su historia aún más cercana y humana.”
Su trágico final y legado de perdón
En el año 2000, Jorge perdió la vida al quedar en medio de un tiroteo mientras acompañaba a su mamá a la parada del colectivo. Fue herido de una bala de calibre 22 y falleció en el hospital Presidente Perón.
Antes de morir, ante la promesa de venganza de un amigo de su hermano, respondió con un testimonio de perdón profundo: “Dejalos, yo ya los perdoné”.
Etapas del proceso hacia la santidad
- Siervo de Dios
El proceso se inicia en la diócesis local, donde el obispo, junto con un postulador, solicita a Roma el permiso para abrir la causa. Si la Santa Sede concede el Nihil Obstat (nada impide), se abre oficialmente la causa. - Venerable
Se realiza una exhaustiva investigación diocesana, recopilando testimonios, escritos y pruebas de virtudes heroicas. La documentación se envía al Dicasterio para las Causas de los Santos en Roma, que elabora un informe llamado Positio. Si el Papa reconoce la vida de virtudes heroicas, se declara “Venerable”. - Beato o Bienaventurado
Se requiere un milagro atribuido a la intercesión del Venerable, que debe ser examinado por médicos, teólogos y expertos. Una vez aprobado, el Papa autoriza la beatificación, permitiendo el culto local. - Santo
Para la canonización se necesita un segundo milagro posterior a la beatificación. Tras su aprobación, el Papa decreta la santidad, y el nuevo santo puede ser venerado en toda la Iglesia.
En Argentina, este proceso se realiza con especial cuidado en diócesis como la de Avellaneda-Lanús y ha sido impulsado por referentes como el Papa Francisco, quien promovió causas como la de Mama Antula y el Cura Brochero.
El camino que se abre
Con la causa en marcha, mañana se realizará una conferencia de prensa con más detalles sobre esta inspiradora historia. Jorge Cristian Pérez, un joven común con una fe extraordinaria, se convierte en símbolo de perdón, esperanza y santidad posible para todos.
Recemos para que su vida y testimonio iluminen a muchas generaciones.