Por Marcelo Brunwald

En medio de una campaña corta pero intensa rumbo al 7 de septiembre, el espacio Nuevos Aires apuesta por consolidarse como una alternativa concreta y alejada de la polarización que domina el escenario nacional. Su primer candidato a concejal, Juan Bernasconi, recorre los barrios de Quilmes con propuestas que combinan modernización institucional, desarrollo urbano y seguridad ciudadana.

Entre los ejes centrales, destaca la presentación de un proyecto de ordenanza para incorporar armas no letales a la patrulla urbana, tales como pistolas taser. La iniciativa apunta a fortalecer la capacidad de respuesta en conflictos callejeros, sin recurrir a medidas letales. “Queremos una patrulla equipada, entrenada y con visibilidad real. La seguridad debe volver a ser local, con herramientas que el vecino entienda y respete”, afirma Bernasconi.

Pero la propuesta no se agota en el equipamiento. El candidato plantea la creación de una mesa operativa interinstitucional, donde mes a mes se evalúe el movimiento del delito y la eficacia de las políticas implementadas. El espacio convocaría al Ejecutivo, el Concejo Deliberante, fuerzas provinciales, federales y representantes de la patrulla urbana.

Además de seguridad, el desarrollo urbano preocupa. Bernasconi propone reformar el código urbanístico para evitar que los márgenes de la Autopista Buenos Aires-La Plata se conviertan en territorios de marginalidad. “Es el último pulmón estratégico de Quilmes. Puede ser polo tecnológico, parque industrial o desarrollo habitacional planificado. No podemos regalarle al abandono nuestro futuro”, sostiene.

En el mismo tono, el candidato anticipa una ordenanza para prohibir la figura del “trapito” en el distrito: “La calle es de los vecinos, nadie puede cobrar por estacionar. Pero eso debe ir acompañado de opciones reales para quienes hoy sobreviven en ese esquema informal.”

Sobre su lista, Bernasconi explica que está integrada por ex concejales, consejeros escolares, comerciantes, profesionales y militantes barriales. “Hay experiencia y hay sangre nueva. Gente que ya conoce el terreno y otra que lo quiere transformar.”

Finalmente, no descarta abrir el debate sobre la división administrativa del municipio. “Quilmes creció, se expandió y en muchos aspectos se volvió inmanejable. Hay que repensar el modelo de gestión, como ocurrió con el Plan Génesis en los 90. La discusión no es electoral, es estructural.”

Frente a la campaña nacional cargada de gritos y acusaciones cruzadas, Bernasconi propone otra cosa: contacto directo con vecinos, mateadas en los barrios, y diálogo con comerciantes. “No venimos a comentar la realidad. Venimos a transformarla.”

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