Convocado por la Vicaría de la Solidaridad Social del Obispado de Avellaneda-Lanús, el encuentro promovió el diálogo entre actores del sector productivo y referentes pastorales, con eje en el trabajo, la inclusión y el desarrollo local.
La Vicaría de la Solidaridad Social del Obispado de Avellaneda‑Lanús convocó a representantes del sector pyme de ambos distritos a participar de una mesa de diálogo, bajo el enfoque impulsado por el Papa Francisco: tender puentes, generar comunidad y construir respuestas conjuntas.
El encuentro se llevó a cabo en la sede episcopal ubicada en Ameghino 907 (Avellaneda) y fue coordinado por Federico Cuomo, de la Parroquia Santa Teresita. Durante la jornada participaron Roberto García Parada (Cámara de Comercio de Avellaneda), Nilda Brovida (Unión Industrial de Avellaneda), Gerardo Venutolo (ex vicepresidente de ADIMRA), Alberto Santoro (ex presidente de la Unión Industrial de Avellaneda), Nene Ranzi (empresario pyme local), Walter Monzón (Cámara de Comercio de Lanús), Abel Pórpora (Asociación de Empresas de Lanús), Pablo Cabaleiro (emprendedor y artista conocido como El Mago sin Dientes) y Luis De Biasio (referente empresarial). Acompañaron el vicario general P. Osvaldo De Piero, junto a Juan Pablo Novello (Parroquia Nuestra Señora de Loreto), Mónica García (organización Tiempo de Crecer) y Sergio Muñoz (Parroquia Exaltación de la Santa Cruz).
Durante el encuentro se compartieron reflexiones sobre la situación económica, el mercado laboral y la transformación productiva. Entre las principales preocupaciones, se mencionó el impacto de los cambios tecnológicos, las reglas inestables y la presión sobre el trabajo; la necesidad de implementar el programa “Mentores” en la diócesis para acompañar la inserción laboral de jóvenes; la emergencia alimentaria en sectores vulnerables como Villa Itatí; y la importancia de formar en nuevos oficios frente al avance de la automatización. También se abordó la caída del consumo, que algunos compararon con la vivida en los años 90, y se resaltó la urgencia de “saltar la grieta” y generar consensos para enfrentar los desafíos actuales.
El encuentro concluyó con una oración a la Virgen, en la que se encomendaron los proyectos compartidos y se celebró este primer paso hacia una agenda común entre la Iglesia y el sector productivo local.