Un caso inquietante sacude la tranquilidad de Avellaneda. Susana Edith González, vecina de la calle Las Flores al 1400, denuncia una trama de hostigamiento y violencia dentro de su propia casa. Según su testimonio, su hijo—miembro de la Policía Bonaerense distrito Ezeiza—junto a su pareja, una enfermera, y su padrastro, intentan hacerla pasar por “insana” para quedarse con su vivienda.
La situación ha escalado tanto que la justicia intervino y dictó una orden de restricción por 180 días contra su hijo, quien habría ejercido violencia física en su contra. Sin embargo, Susana sigue temiendo por su vida, razón por la cual se le ha asignado un botón antipánico.
“Mi hijo cambió de la noche a la mañana desde que conoció a esta chica. Jamás imaginé que llegaría al punto de golpearme. Aún tengo los moretones que constató el médico legista de la Departamental de Lanús” relató, en un testimonio desgarrador.
Del miedo a la denuncia
Según González, la situación se tornó insostenible cuando en su casa comenzaron a suceder “barbaridades”, como el consumo excesivo de alcohol y actitudes que consideró irrespetuosas. “Pasearse desnudos y tomar bebidas alcohólicas en mi casa, luego de la muerte de mi madre, fue el comienzo de todo” recordó.
Por otro lado, la denunciante aseguró que las amenazas de muerte proferidas por la pareja de su hijo le generan un temor constante. “Cada noche duermo con pasadores en las puertas, pero no sé qué pueda pasarme” expresó.
La justicia responde, pero el miedo persiste
A pesar de la intervención judicial, Susana González sigue viviendo en alerta. Su entorno también se encuentra impactado por la actitud de su hijo, quien hasta hace poco mantenía una relación estable con su familia. “Nunca pensé que me haría esto. Mis otros hijos también están sorprendidos” reveló.
Desde el programa radial “Vecina, Soy la Voz del Vecino”, conducido por Marcelo Brunwald y emitido de martes a viernes de 10 a 12 horas por Impacto Sur 99.3 MHz, se ha dado difusión al caso, buscando que las autoridades profundicen las medidas de protección.
El caso pone en debate el uso del sistema judicial en conflictos familiares y la fragilidad de las víctimas en situaciones de violencia doméstica. Mientras tanto, Susana solo espera que la justicia actúe antes de que sea demasiado tarde.