La historia de esta familia es un reflejo de las situaciones extremas que pueden derivarse de conflictos personales y legales. En diálogo con La Voz del Vecino, un vecino denunció un intento de usurpación sistemático, con amenazas y maniobras legales cuestionables que lo dejaron sin su hogar (Pilcomayo 3311 entre la 163 y 163 bis)
“Yo vivo en la casa de mis padres desde que nací, figura en mi DNI, y siempre fue mi hogar. La compraron mi mamá y mi papá cuando eran pareja, hace muchos años. Actualmente mi papá no vive con nosotros, está enfermo, tiene un CUD por un ACV y otros problemas de salud”, explicó el denunciante.
Sin embargo, todo cambió cuando su madre inició una relación con un hombre llamado Celso, quien fue incorporándose a la casa y generando conflictos junto con su hijo. “El hijo le cortó la cara a mi hermano y por cuestión de centímetros no lo mató”, relató. A raíz de estos episodios, Celso fue excluido legalmente del hogar.
El problema escaló cuando, según denunció, Celso manipuló a su madre, quien también está en una condición vulnerable tras haber sufrido dos ACV y tomar medicación psiquiátrica. Así lograron que se pida la exclusión del propio denunciante de su casa, a pesar de que no había pruebas concretas en su contra. “Apelamos la medida, pero el juzgado cometió un error y no tomaron en cuenta nuestra apelación. Así que la exclusión sigue vigente”, señaló.
Mientras tanto, Celso violó su propia exclusión en reiteradas ocasiones. “Volvió a la casa, se llevó cosas, dejó un ‘cuidador’ que no tiene ningún derecho, e incluso hubo amenazas hacia mí, mi familia y vecinos”, denunció. Esto llevó al juzgado a ordenar que su abogado lo denuncie penalmente, además de descubrir que su hija también tenía una perimetral que rompió varias veces.
Ante la gravedad de la situación, iniciaron un trámite de usucapión y solicitaron una medida cautelar para proteger la propiedad. También avanzan con la curatela de su madre, dado que consideran que no puede tomar decisiones de manera autónoma.
Recientemente, Celso se llevó a su madre a otro lugar, dejando la casa vacía. “Mi abogado ya pidió al juzgado que me autoricen a volver, ya que la persona que pidió mi exclusión ya no vive más ahí”, explicó. A pesar de esto, en el último tiempo intentaron usurpar la casa tres veces, llegaron a robar la cámara de seguridad, y por ello decidió colocar a una persona de confianza para cuidar el inmueble.
“Estamos haciendo todo por la vía legal y esperamos que nos autoricen formalmente a volver. Nos aseguramos de que no puedan hacer ninguna venta trucha ni por papeles falsos, ya que la casa no tiene escritura ni papeles claros”, sostuvo, dejando en evidencia la complejidad de su lucha por recuperar su hogar.
Desde La Voz del Vecino, seguimos de cerca esta situación y esperamos que la justicia brinde una resolución justa a este conflicto.