En un hecho que mezcla indignación e incredulidad, un grupo de padres se reunió en la puerta de la Escuela N°8 de Wilde para exigir explicaciones sobre graves denuncias de abuso sexual. La respuesta de las autoridades incluyó un despliegue policial que generó aún más tensión.
Graves denuncias y falta de respuestas claras
En la puerta de la Escuela N°8 de Wilde, ubicada en Mitre y Martín Fierro, un nutrido grupo de padres se congregó para exigir explicaciones a la directora y al Consejo Escolar. Las denuncias son alarmantes: tres alumnos de quinto año habrían obligado a otro niño a prácticarles sexo oral. Sin embargo, lejos de ofrecer claridad, las autoridades respondieron con un operativo policial que los padres calificaron como excesivo.
“Nos mandaron a la policía como si fuéramos delincuentes”
Uno de los padres expresó su indignación: “Acá no nos dejan filmar, hay un montón de padres en la puerta, llamaron dos patrulleros, ahora viene un patrullero más con mujeres y hay dos inspectoras que no son de lo normal. Necesitaríamos un apoyo urgente de alguien, porque tenemos el derecho de filmar si es todo tan cristalino.”

Operativo policial y tensión creciente
La directora, identificada como Analía, permaneció en silencio mientras las inspectoras intentaban hacer pasar a los padres en grupos pequeños. “Las inspectoras quieren hacer pasar de a grupo, por cantidad no, y ya enseguida llamaron a la policía. Si somos todos civilizados, podemos hablar todos,” comentó otro padre. La presencia de patrulleros y policías fue percibida como un intento de amedrentamiento.
“Esto hace rato que está pasando”
Los padres también denunciaron que los abusos dentro del colegio no son nuevos y que las autoridades han intentado ocultarlos mediante actas. “Te hacen entrar, te hacen llenar el acta y después te mandan a tu casa. Eso es lo que están hablando, y está dando un montón de explicaciones. Pero no está todo bien, porque no tenemos por qué llegar a este punto,” afirmó otro testimonio.
Exigen transparencia y justicia
Mientras la tensión crece, los padres continúan exigiendo respuestas claras y acciones concretas para garantizar la seguridad de los alumnos. “Esto ya a mí ya no me cierra por ningún lado. Son todas mamás de colegio,” concluyó uno de los presentes.