El ritmo de desaceleración del IPC podría verse afectado por el incremento en los precios cárnicos. Algunos economistas sostienen que la variación podría ser mayor a la de enero.
El INDEC informó que la inflación de enero fue del 2,2%, la más baja en la gestión de Javier Milei y el menor nivel desde julio de 2020. De cara a febrero, los analistas prevén que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantendrá en torno al 2%, aunque advierten que el aumento de la carne podría frenar la desaceleración de los precios.
Un factor clave es la reducción del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial al 1% mensual, lo que contribuiría a contener la inflación. Sin embargo, la consultora SBS alertó que los incrementos en los precios cárnicos pueden “limitar el impulso a la baja en la inflación que tendrá la caída del crawling peg”. Además, aunque el Gobierno estableció subas moderadas en tarifas de electricidad y gas, los ajustes en servicios como telefonía, internet y cable podrían incidir en los precios regulados.
El relevamiento de CyT señaló que la carne tuvo un fuerte impacto en la primera semana del mes, aunque destacó que la moderación en turismo y servicios públicos, sumada al menor ritmo de devaluación, podría llevar la inflación de febrero a “bajar de 2% mensual y acercarse al 1,5%”. En la misma línea, Nicolás Alonzo, del centro de estudios OJF, sostuvo que “nuestra proyección de inflación para febrero todavía está en 2%, aunque la primera medición semanal nos dio 1,1%”.
Por otro lado, el economista Gonzalo Carrera, de Equilibra, estimó que la inflación de febrero se ubicará por encima del registro de enero debido a la suba de la carne: “La proyección nos da en torno a 2,4%. Antes del aumento de la carne, la estimación estaba más cercana al 2% y ahora parece difícil porque pesa mucho en el IPC”.
Los analistas coinciden en que la estrategia oficial de reducir la inflación a través del control de bienes se enfrenta a desafíos cuando ciertos productos, como la carne, aumentan por otros factores. En ese contexto, la gran incógnita es el comportamiento de los servicios, que en febrero superaron el 4% de aumento en el sector privado, mientras que los públicos se ubicaron en torno al 2%.