Este martes el gobierno argentino concretó la privatización de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), transfiriéndola al consorcio estadounidense Industrial Acquisitions Fund (IAF), liderado por ARC Energy. La operación marcó la primera privatización bajo la administración de Javier Milei y dio otra muestra de la preferencia oficial por los Estados Unidos.
Detalles del Acuerdo
El Estado argentino vendió el 84,9% de las acciones clase C de IMPSA a IAF. La firma del contrato se produjo esta tarde y contó con la presencia de la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien participó por videoconferencia, la ministra de Energía, Jimena Latorre, el secretario de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, Esteban Marzorati, el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, Diego Chaer, y Juan Pazo, titular de ARCA.
ARC Energy, la nueva propietaria, es un grupo estadounidense liderado por Jason Arceneaux, un empresario con vínculos con el presidente norteamericano Donald Trump. La firma se comprometió a capitalizar IMPSA con 27 millones de dólares y a renegociar la deuda de 576 millones de dólares que arrastra la empresa.
Además, la compañía estadounidense aseguró la continuidad de aproximadamente 650 puestos de trabajo y afirmó que invertirá en la modernización de la empresa para mejorar su competitividad a nivel internacional.
Proceso de Licitación y Participación del Estado
IMPSA había pasado a control estatal en 2021 tras una crisis financiera. El gobierno nacional poseía el 63,7% de las acciones a través del Fondep, mientras que la provincia de Mendoza tenía el 21,2%.
En octubre de 2024, el gobierno de Milei abrió una licitación internacional. ARC Energy presentó una oferta de 27 millones de dólares a finales de ese mes, que fue aceptada tras el análisis de las autoridades correspondientes.
IMPSA y su importancia en la industria argentina
Fundada en 1907, IMPSA (acrónimo de Industrias Metalúrgicas Pescarmona) es una icónica empresa argentina especializada en el desarrollo de tecnología para generación de energía y grandes infraestructuras. Participó en proyectos hidroeléctricos, eólicos y nucleares en diversos países y fue pionera en la fabricación de turbinas de alta potencia.
Tras enfrentar dificultades financieras, el gobierno argentino tomó el control mayoritario de la empresa en 2021 para evitar su quiebra. Con la privatización, la compañía pasará a ser gestionada por ARC Energy, con el objetivo de recuperar su competitividad en el sector energético global.