La empresa estatal no tendrá más el monopolio del espacio de pernocte en el aeropuerto. Flybondi y JetStmart se verán beneficiadas.
El Gobierno anunció que Aerolíneas Argentinas perderá su posición dominante en el Aeroparque Jorge Newbery, permitiendo a otras compañías aéreas como JetSmart y Flybondi obtener espacio de pernocte en el aeropuerto. Esta medida, aprobada por el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) y la Secretaría de Transporte, busca eliminar el monopolio de la empresa estatal, lo cual había generado distorsiones en la competitividad del sector.
Con la nueva asignación de posiciones, Aerolíneas Argentinas conservará 31 posiciones en Aeroparque, mientras que JetSmart y Flybondi recibirán seis posiciones cada una. Esto permitirá a las aerolíneas privadas pernoctar en el aeropuerto, facilitando vuelos matutinos, que son altamente demandados por los usuarios. El Gobierno afirmó que esta redistribución “asegura un acceso directo y eficiente al transporte aéreo matutino”.
Aerolíneas Argentinas señaló que la reestructuración no afectará significativamente a los pasajeros, ya que la empresa estaba preparada para adaptarse a la redistribución de posiciones en el aeropuerto. “No es algo que nos tomó por sorpresa”, aseguraron desde la compañía, resaltando que ajustarán su programación según la nueva disposición.
La medida también refuerza el compromiso del Gobierno con la desregulación y la apertura del mercado aéreo, promoviendo una competencia justa entre aerolíneas. Según el comunicado, se espera que esta reestructuración “optimice el uso de la plataforma comercial del aeropuerto” y fomente una mayor eficiencia en la infraestructura aeroportuaria, mejorando así el servicio a los usuarios y la operatividad en general.
En paralelo, el Gobierno avanzó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda con un dictamen que abre la posibilidad de privatizar Aerolíneas Argentinas. Aunque ya se intentó discutir el tema en el Senado sin éxito, esta es la segunda vez en el año que el proyecto se presenta, pese a las controversias en torno a su viabilidad y el respaldo limitado en el Congreso.