El Indice de Precios al Consumidor superó levemente el 4% registrado en julio. Los alimentos y bebidas aumentaron un 3,8%.
El INDEC informó que la inflación de agosto fue del 4,2%, acumulando un 236,7% interanual, en línea con las expectativas de analistas privados. Este aumento superó levemente el 4% de julio, lo que refleja que los precios aún no muestran una desaceleración significativa. Uno de los principales impulsores fue el rubro de alimentos y bebidas, que subió un 3,8%, manteniendo su tendencia alcista y ejerciendo una fuerte presión en el índice general.
El presidente del Banco Central, Vladimir Werning, había proyectado una leve disminución de la inflación para septiembre, cercana al 3,5%, debido a la reducción del impuesto PAIS en 10 puntos porcentuales. Sin embargo, los ajustes en los precios regulados y otros factores impidieron una baja más pronunciada. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que “la inflación todavía no cede al ritmo esperado”, aunque resaltó que se trata del dato -el de julio- más bajo desde enero de 2022.
Caputo destacó que la política de “emisión cero” y la baja del impuesto PAIS contribuirán a la estabilización de los precios en los próximos meses, permitiendo, según él, una convergencia inflacionaria que facilitará la eliminación de las restricciones cambiarias. Sin embargo, diversos analistas señalan que la desaceleración será gradual y que los precios continúan mostrando resistencia, especialmente en sectores sensibles como el de alimentos.
El rubro de alimentos y bebidas, que tiene un peso considerable en el índice, registró una suba del 3,8% en agosto, según EcoGo y otras consultoras privadas. Esta alza refleja tanto la presión interna por los costos de producción como factores externos, como el incremento en los precios de las materias primas y el impacto de las condiciones climáticas en las cosechas, lo que afecta los precios finales.