INDEPENDIENTE 1 RACING 1

El domingo a las 16.30 se disputó una nueva edición del clásico de Avellaneda, no fue uno más con respecto a los anteriores. Independiente llegaba de una semana critica: la renuncia de su, ahora, ex presidente, la no llegada de Pablo Repetto, la asunción de Grindetti y los problemas financieros que siguen atormentando en el día a día al Rojo. Fue una de las semanas más caóticas en su historia y con un nuevo director técnico que solo tuvo dos días para preparar el partido ante Racing.
La academia, por su parte, no llegaba en las mejores condiciones al partido: con dos derrotas consecutivas ante Newell’s y Gimnasia, lejos de la punta y con muchas dudas con respecto al nivel colectivo e individual de sus jugadores. Claramente en apellidos, Racing es muchísimo más que Independiente, pero necesitaba emplearla en la cancha y demostrar que esta para grandes cosas. El equipo dirigido por Gago recibió el banderazo en el hotel Savoy, ubicado en Callao y Perón, lugar donde se concentran los jugadores de la Academia cuando disputa los partidos. Antes del mencionado movimiento, “hinchas” de Racing vandalizaron la sede de Independiente ubicada en avenida Mitre, simulando un velorio como lo hicieron en el año 2013 cuando finalmente, el Rojo, descendió a la segunda categoría.
Una semana muy inquieta para los dos equipos más importante de la ciudad, pero obviamente con la ilusión de sus respectivos hinchas en poder llevarse el clásico. Un gran recibimiento a los jugadores de Independiente donde sintieron el amor y el apoyo, no solo de su gente sino también de su nuevo director técnico: Ricardo “Ruso” Zielinski.
En el primer tiempo fue un encuentro parejo donde el equipo del Ruso se lo vio con mucha inteligencia y ordenado, con ese 4-4-2 bien definido y teniendo mucho juego por las bandas. Impuso condiciones en el juego y fue el primero en marcar la diferencia en el marcador luego del gol de Cauteruccio a los 19 minutos del primer tiempo, tras un gran pase de Matías Gimenez. Pero Racing, más allá de estar incomodo en el partido, tuvo las más claras del partido con un remate de Hauche de cabeza tras una mala salida de Rodrigo Rey y Cauteruccio sacándola en la línea, luego un disparo de Maxi Romero a quemarropa y teniendo una gran reacción por parte del ex arquero de Gimnasia, también una gran jugada colectiva donde Jonathan Gómez no pudo igualar las condiciones en el clásico.
Pero llegaría la gran polémica de la jornada: Un gran pase de Gómez hacia Mura, que picaba sobre las espaldas de Ayrton Costa y Nicolás Vallejo y, el juvenil de Independiente, lo empuja sobre la línea del área grande y Yael Falcón Pérez no dudó para cobrar penal para la Academia. La revisación en Ezeiza ratificaría la decisión del árbitro del encuentro y confirmando el tiro desde los doce pasos. Matías Rojas poco le importó la polémica y convirtió un golazo para igualar las condiciones en Avellaneda.
Tras el descanso los jugadores del Rey de copas fueron directamente a reclamarle al juez principal la decisión que se había tomado y jugaron todo el segundo tiempo con muchísimas más ganas y muy enojados tras lo sucedido. No hubo muchas situaciones de gol, lo más peligroso fue un remate de Gabriel Rojas que fue despejado por Rodrigo Rey. Pero cuando terminó el partido, la sensación que quedó tras haberse disputado los 90 minutos fue que Independiente, sin patear al arco en el segundo tiempo, pudo haberse llevado más que un punto si se tomaban mejores decisiones en el último cuarto de cancha.
Un punto que no le sirve a ninguno de los dos equipos, ya que, Racing busca mantenerse en carrera en el campeonato que hoy está a 12 puntos del puntero River con 30 unidades e Independiente necesita sumar de a tres para poder salir del fondo de la tabla. El próximo rival del rojo será nada más ni nada menos que el equipo de Demichelis y la Academia recibirá por la Copa Libertadores a Aucas de Ecuador.