El gobierno de Xi Jinping expresó su fuerte descontento y consideró que fue una maniobra “desproporcionada”, por lo que adelantó que se reserva el derecho de dar “más respuestas de ser necesario”
Tras días de sobrevolar por el país, Estados Unidos derribó el artefacto
Beijing protestó este domingo el derribo de un presunto globo espía chino que volaba sobre Estados Unidos, y acusó a Washington de “reaccionar de manera claramente desproporcionada” e incurrir en una “grave violación de las prácticas internacionales”.
“China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada”, dijo el Ministerio de Exteriores chino en un comunicado, y añadió que se reservará “el derecho de dar más respuestas de ser necesario”.
La nave llevaba varios días volando sobre Estados Unidos, aumentando las tensiones entre Washington y Beijing, antes de ser abatida por un misil disparado desde un avión F-22 el sábado, indicaron funcionarios del Pentágono.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, calificó la operación como “una acción deliberada y legal” que se dio como respuesta a la “inaceptable violación de nuestra soberanía” por parte China.