El denominado líder de “la banda de los copitos”, amplió su declaración en el marco de la causa que investiga el intento de magnicidio a la Vicepresidenta.
La investigación judicial por el atentado contra la vida de la vicepresidenta Cristina Kirchner, sigue su curso, esta tarde el detenido Nicolás Carrizo, amigo de Fernando Sabag Montiel, quien disparó en la cabeza de la ex mandataria, sostuvo que la causa del hecho fue la humillación a la que el joven era sometido por su novia.
El jefe de los vendedores de copos de algodón de azúcar involucrados en el atentado contra la Vicepresidenta, declaró ante la Justicia que su empleado, intentó matar a CFK como una forma de reafirmar su masculinidad ante su novia Brenda Uliarte, por las humillaciones a la que ella lo sometía.
De este modo indicó que la joven lo empujaba a hacerlo, lo dominaba y quiso actuar como un “macho alfa” ante las degradaciones de tono sexual a las que lo sometía, según dijeron fuentes judiciales.
Además, Carrizo explicó que Uliarte siempre indicaba que “admiraba” al youtuber conocido como “El Presto”, por sus dichos violentos contra la primera dama Fabiola Yañez, y lo comparaba constantemente con su desempeño sexual.
Por lo que señaló que Sabag Montiel no quería matarla, sino demostrarle a su novia que podía hacerlo. Y de hecho dijo que la única vez que escuchó a Brenda hablar bien de su pareja fue cuando cometió la tentativa de homicidio.
El líder de la banda, sostuvo también que este quiso “hacerse el macho” delante de Brenda y por eso cometió el atentado, agregó el detenido, defendido por su abogado Gastón Marano, quien amplió esta mañana su declaración indagatoria, durante más de seis horas ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.
Durante la audiencia se exhibieron nuevos chats encontrados en su el teléfono del imputado, donde él mismo se colocaba como parte de la organización que cometió el intento de magnicidio y mencionaba no solo que el arma utilizada era suya sino que Sabag Montiel era su empleado.
Aunque en la indagatoria, el detenido insistió en quitarle relevancia a estas afirmaciones y señalar que eran en tono de broma. Explicó cada uno de los chats que lo incriminan, las circunstancias en las que en envió cada mensaje y las razones que lo llevaron a hacerlo.
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